martes, 24 de febrero de 2009

Eramos pocos y ahora llego el Neosexual.

Por Patricio Cavalli

La descriptividad social de esa entidad multiforme e inabarcable amada "hombre" no tiene límite. Justo cuando creíamos que todas las categorías para acercarse al hombre desde su sexualidad estaban agotadas (homosexual, heterosexual, supersexual, metrosexual, transexual, etc...), aparece una nueva categoría, cada vez más disparatada.

"SEGÚN UNA ENCUESTA REALIZADA POR AXE EN 14 PAISES LAS MUJERES SE CANSARON DEL METROSEXUAL Y BUSCAN UN NUEVO TIPO DE HOMBRE", titula una encuesta dada a conocer esta semana. EL spot de TV para el producto Axe Cuero, tal vez explique esta súbita aparición: Axe intenta inventar otra categoría de hombre, para seguramente vender un producto más duro o de olor más fuerte.

Según el informe, sociólogos de Francia, Colombia y Argentina aseguran que se está gestando un nuevo hombre, el NEOSEXUAL. Una especie de Homo Cromagnonus o Australopitecus Maximus pero de la era moderna.

Dice el informe: "Se llama NEOSEXUAL a un nuevo tipo de hombre que, recuperando su instinto masculino, transita una evolución de su masculinidad. El NEOSEXUAL es un hombre que rescata sus raíces más viriles pero que no tiene prohibido lo afectivo. Un hombre síntesis de los modelos anteriores que, siguiendo su instinto, esta a la altura de las necesidades de la mujer actual. Según una encuesta realizada por Axe, las mujeres se cansaron del metrosexual y desafían a los hombres a recuperar su seductor instinto masculino. La encuesta muestra que las mujeres quieren una masculinidad evolucionada con aspectos más rústicos. Rechazan las conductas que borran las diferencias, no les gusta que ellos tarden más en arreglarse a lo hora de salir, mucho menos que utilicen sus productos de belleza. Desean recuperar algunas tradiciones y no resumir todo a las nuevas tecnologías. Recalcan que el hombre no tiene que dejarse llevar por lo que digan sus amigos, ni sus padres, debe ser fuerte, decidido y responder a su instinto a la hora del sexo".

O sea, el nuevo hombre, harto de la metrosexualidad, se ha transformado en un brutito impulsivo y primitivo, un bon sauvage, que lo único que rechaza es lo que hace poco amaba: cuidarse, exfoliarse, depilarse, humectarse, hidratarse, estilizarse, y que vive en el estado de naturaleza anterior a la organización social, en la guerra de todos contra todos, solitaria, pobre, brutal y breve que Hobbes describe en Leviatán.

He visto intentos por reposicionar un producto o darle un golpe de timón a una categoría para lograr más ventas, pero este parece bastante obvio. El marketing parece ir perdiendo la sofisticación de los metrosexuales, para volverse -tal vez crisis mediante- bueno, rústico, torpe, pobre, brutal y breve.


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